Nuestro querido colegio, el Internado Nacional Barros Arana (INBA), cumple hoy 120 años, período en que ha desarrollado la fundamental tarea de formar y transformar la vida de miles de jóvenes de todo el país, quienes pasaron por sus aulas cargados de sueños y esperanzas de progreso.

Lamentablemente, este nuevo y emblemático aniversario llega en un momento complejo para nuestro colegio, afectado por un grave deterioro institucional y condenables situaciones de violencia que son absolutamente ajenas al clima de respeto, disciplina y convivencia fraternal que siempre se vivió en el INBA.

Como exalumnos nos duele profundamente lo que ocurre, pero tenemos la firme convicción de que es posible avanzar hacia su recuperación y fortalecimiento. Esperamos que, en el mediano y largo plazo, la mesa de trabajo instalada por la Dirección de Educación Municipal de Santiago (DEM) junto a todos los estamentos de la Comunidad Inbana y el Ministerio de Educación, traiga como resultado la reparación de las dependencias dañadas, mayor inversión en infraestructura y un proyecto educativo acorde con los tiempos, basado en el deporte, las ciencias, la cultura y la tecnología.

Es imperativo que el INBA vuelva a tener el carácter de “internado nacional” y abra sus puertas a más alumnos de regiones para que puedan vivir la experiencia transformadora de estudiar internos, tal como lo hicieron en el pasado Nicanor Parra, José Maza, Edward Rojas, Carlos Pedraza, Patricio Aylwin y miles de egresados que se han destacado en distintos ámbitos de la vida nacional.

Hoy, saludamos el 120° aniversario de nuestro colegio con el orgullo de ser Inbanos y la certeza de que su misión docente, como establecimiento público de excelencia, está más vigente que nunca. La educación pública necesita al INBA, porque sin el INBA no hay historia.

¡Gratitud, Gratitud, Gratitud!